Lucas tenia fama de ser directo, y un día alguien de su entorno diario quiso ponerlo a prueba por que le habían comentado varias situaciones en los cuales Lucas no se había cortado a la hora de decir lo que pensaba.
Esa persona le dijo: Lucas, ¿Qué opinas de tu vecino de arriba? ¿No crees que es un pobre tonto?
Lucas miro a sus ojos, se levantó y se fue sin decir nada con una espontaneidad y tranquilidad pasmosa.
Esta persona dijo: vaya pensaba que era una persona directa, pero ya veo que no. Se ha levantado y se ha ido con el rabo entre las piernas. Tanto rollo y no se atrevió a decir nada, solo guardó silencio.
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